Sinopsis:
Perseguir y capturar a “El Fantasma del Galeón” un barco pirata con posesiones inglesas y españolas robadas que iba rumbo a Tortuga era la misión que llevaría a cabo como corsario el capitán Charles Walker, más conocido como “el lobo marino Walker” pero el curso los llevó por otro rumbo trastocándole la misión y los planes.
Cuando “El Emperador” su barco y uno de los navíos más veloces y con la tripulación más temible y sanguinaria llegó a “Puerto de la Cruz” en “La Española” jamás se imaginó que con la ciudad saqueada y el botín, tuviera también que llevarse algo más y la casualidad por haber estado en el lugar equivocado le costaría caro.
Con los años su legado y el peso de su nombre continuaría y “La Emperatriz” surcaría los mares de manera temible haciendo su voluntad y posicionando su lugar en la historia de la piratería con el mismo peso con el que lo han hecho todos aquellos que por siglos han enarbolado con orgullo y fervor amenazante su insignia; esa del cráneo y las tibias o espadas cruzadas, la bandera negra de la calavera.
Ambición, odio, venganza…
Cuando los hombres pierden su voluntad, cuando sólo una mujer es la única perdición.
¿Quieres conocerla?
Esa fue su herencia, esa fue su libertad, esta es su historia.
Nota: Esta obra no es recomendable para menores de edad.
Lo que creí un libro único quedó en bilogía ¿y por qué no se recomienda a menores de edad? Simplemente por no censurar algunas descripciones que pueden resultar algo ofensivas para lectores sensibles, de ahí la advertencia. ¿De que trata la historia? Como se indica es una historia ficticia ambientada en el Caribe del siglo XVIII donde el destino de una joven cambió para siempre y donde la venganza era su único impulso cada día. Se convirtió en alguien diferente y viviendo la vida que escogió, se llenó de experiencias personales que se conocen a lo largo del libro, mismas que no sólo compartió con sus hombres sino con uno que jamás se imaginó conocer.
Y es que como lo digo en el mismo libro tuve que ir más allá hasta en vocabulario para poder escribir esta historia como realmente debía ser por su temática sobre piratas y por lo que fueron en la historia. Menciono tanto piratas reales como ficticios y así mismo lugares, fue un reto hacerlo pero estoy contenta y satisfecha con el resultado final y para que se hagan una idea y se animen a conocer la historia si aún no la conoces les presento una zona spoiler.
***ZONASPOILER*** **ZONASPOILER** **ZONASPOILER** **ZONASPOILER**
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"El tiempo parecía
detenerse y la fiesta ir de maravilla hasta que los gritos de alarma, las
campanadas de alerta y los disparos por todas partes comenzaron a llenar de
terror a los presentes que corrían despavoridos buscando refugiarse y salvar
sus vidas. El aire empezaba a oler a humo de pólvora y por ende a nublarse el
horizonte. Unos fueron perforados por las balas, otros acuchillados y
degollados, otros heridos los arrojaron por el acantilado para que se
despedazaran entre las rocas y la mayoría de las mujeres fueron ultrajadas para
saciar el feroz apetito de sus atacantes. Los gritos de todos y la sangre que
corría era la viva muestra del infierno que en ese momento se vivía. Todo los
tomó por sorpresa, los que llegaron del mar arrasaron con todo a su paso, fue
una noche de terror, fue una matanza despiadada, cuerpos tendidos de hombres,
mujeres y hasta niños fue la huella que quedó de su cruel naturaleza en Puerto
de la Cruz."
***
El hombre desvió la mirada a la tela blanca de la camisa, sólo unas
cintas de cuero la ataban de esa parte y sabía que sí se soltaban podía ver los
encantos de buen proporción que ella tenía. Se saboreó.
—Y tú como todo borracho también eres un imbécil —con agilidad sacó
también una daga de su bota y se la ensartó en el costado, el tipo gritó
cayendo a su lado.
—¡Maldita perra traicionera! ¡Eres igual que todas! —gritó de dolor
tratando de sostenerse la sangre que le borbollaba.
—¿Y por eso piensas que todas debemos ser ultrajadas? —le preguntó
furiosa sujetándolo del cuello haciéndole recordar la manera en la que lo había
encontrado, estaba dispuesta a enterrarle las uñas y arrancarle la cabeza ella
misma.
—¿Y quieres tu turno? —insistió en provocarla.
—Maldito miserable —le dio un puñetazo para luego amenazar con ahorcarlo
al hacer presión, el hombre comenzó a boquear.
—Eso eres, una perra como todas —insistía en insultarla aunque se le
dificultara respirar—. Dicen que les abres las piernas al mejor postor, que te
vendes como cualquiera, que haces orgías en tu barco y que tu tripulación
entera no te sacia, por eso quisiera comprobarlo yo mismo. ¿Quieres placer? Te
pondría como perra y por detrás te cogería hasta sacarte las entrañas.
La mujer sentía que ya no podía con su falta de paciencia, apretó la
mandíbula y obviando los insultos del tipo lo intentó una vez más.
—Dime dónde está ese barco —le zarandeó la cabeza—. ¡¿A dónde demonios
se fue?!
—¡Te cogería hasta matarte! —fue la respuesta.
Ella se hartó, ya no perdería el tiempo.
—Vete al infierno —le sentenció la mujer rebanándole el cuello con tal
fuerza que casi lo decapitó.
***
En ese momento entró el rubio y ella se calmó, el pelirrojo y él se
miraron con seriedad.
—¿Ya habló? —preguntó Christoff a su mujer.
—Eso está haciendo. —La Emperatriz no le quitaba los ojos al que estaba
en el catre—. Soy la capitana de este barco así que no va a engañarme —le hizo
ver ella al convaleciente—. Estas aguas son muy tranquilas en esta época del
año y bastante profundas también, ni el clima ni ningún choque contra rocas los
hizo hundirse, así que no encallaron por nada, ¿un fallo humano? ¿Error en
navegación? Usted dice que iban a Nueva Inglaterra pero estaban lejos de la
ruta, igual algo les produjo inestabilidad y lo único que me hace suponer es un
enfrentamiento. Su barco venía a las Antillas y con seguridad a alguna
jurisdicción inglesa pero alguien los atacó y no fue precisamente un barco
fantasma, ¿no es así?
El hombre algo sorprendido con la
mujer al escucharla continuó con su relato.
—No tengo claro lo que fue ni cómo. Era la madrugada y mis compañeros y
yo dormíamos en nuestros camarotes cuando el estruendo nos despertó dejándonos
sordos y aturdidos, creímos chocar con algo pero no había sido así a pesar de
ver ya el agua en nuestros pies.
—Cañones —indicó el rubio.
—Sí —le contestó el hombre—. Eso había sido y directo al casco de babor
de la proa por eso el agua comenzó a penetrar, escuchamos los gritos afuera y
que sobre todo venían de la cubierta. Como pudimos nos vestimos y salimos antes
de que otro cañonazo nos matara allí mismo, ya el barco comenzaba a hundirse.
—¿Quiénes fueron? —la mujer sentía que la ira de pronto se apoderaba de
ella y trataba de controlarse.
—No lo sé pero eran hombres salvajes, parecían animales sin razonar, mataban a diestra y siniestra a quienes se les resistían. Estaban armados de espadas, mosquetes, hachas y toda arma que pudieran cargar, los hombres más fuertes no tuvimos más remedio que pelear para defendernos mientras a nuestra vista intentábamos evitar la matanza, fue inútil. Se deshicieron de los más ancianos y de los pocos niños, unos vivos y otros ya muertos pero todos fueron a dar al mar y mientras los que podíamos seguíamos peleando sin poder hacer nada más, miramos como delante de nosotros las cuantas mujeres, especialmente las más jóvenes eran violadas por ellos para luego matarlas, parecía que no querían dejar a nadie vivo. Saquearon todo el barco, los camarotes, las bodegas, lo que eran las galeras, no quedó ningún hueco sin registrar, no dejaron nada.
—No lo sé pero eran hombres salvajes, parecían animales sin razonar, mataban a diestra y siniestra a quienes se les resistían. Estaban armados de espadas, mosquetes, hachas y toda arma que pudieran cargar, los hombres más fuertes no tuvimos más remedio que pelear para defendernos mientras a nuestra vista intentábamos evitar la matanza, fue inútil. Se deshicieron de los más ancianos y de los pocos niños, unos vivos y otros ya muertos pero todos fueron a dar al mar y mientras los que podíamos seguíamos peleando sin poder hacer nada más, miramos como delante de nosotros las cuantas mujeres, especialmente las más jóvenes eran violadas por ellos para luego matarlas, parecía que no querían dejar a nadie vivo. Saquearon todo el barco, los camarotes, las bodegas, lo que eran las galeras, no quedó ningún hueco sin registrar, no dejaron nada.
—¿Y qué pasó con usted? —inquirió ella.
***
—¿Sabes lo que hacemos con los traidores? —le preguntó.
—¿Qué? —Él reaccionó.
—Los traidores, ¿sabes lo que pasa con ellos?
El hombre negó, la verdad era que estaba parado en un terreno peligroso
y a lo único que apelaba era a la misericordia de Dios y a que le diera más
fortaleza. De historias sobre piratería no sabía mucho, de hecho nada, su
conocimiento era nulo.
—Eres inglés, ¿oíste hablar de Barbanegra? —insistió ella.
—No estoy seguro —contestó él.
—Ah sí… —sonrió ella—. Se me olvida que no eres hombre de mundo sino de…
¿monasterio? No sé si ustedes se recluyen allí pero bueno, el hombre se llamaba
Edward Teach y le cortaron la cabeza para luego colgarla en el mástil de la
proa exponiéndola como trofeo y advertencia.
El hombre tragó, si antes no se había interesado por la historia ahora
sí, lástima que le era tarde. La mujer seguía sonriendo y de esa manera siguió
caminando.
—Y eso sucedió en las Américas, allá por donde vas, no cerca pero si en
la misma nación —agregó con picardía para dejarlo aún más asustado.
Al llegar a su hueco el hombre no pudo más y apenas alcanzó coger una
cubeta, vomitó todo.
***
Notó
que la puerta no estaba del todo cerrada y apenas empujando, la medio abrió y a
través de la ranura miró la bañera de material blanco y fino; mármol. La mujer
estaba de espaldas dentro de la tina bañándose, sólo le miró el pelo mojado,
los hombros y los brazos, se apartó un momento de la puerta y tensó los labios,
no era eso lo que esperaba ver y como la curiosidad es la perdición volvió a
poner el ojo sólo para toparse con otra escena, ella se levantaba en ese
momento por lo que pudo verla completamente desnuda. Tragó, sintió que el
corazón se le desbocó, su piel era bronceada y atrayente, ella estaba de
espaldas así que lo único que miró fue su pelo, espalda, su redondo trasero y
las largas y contorneadas piernas. La mujer se escurría el agua de los brazos
con las manos, a la vez que también se torcía el pelo para que no le chorreara
el agua, poco más y si se giraba iba a verla de frente. El hombre estaba
estático, su razón y conciencia le decía que se quitara de allí pero algo más
le impedía moverse y no sabía qué. Antes de salir la mujer terminó de
escurrirse completa y creyendo él que saldría desnuda y que la vería de frente,
su vista fue opacada por algo más; una túnica blanca la esperaba para cubrirla
pero ese no era el problema, el problema era quien sostenía la prenda y Matt se
decepcionó más. El rubio que también estaba desnudo se acercó detrás de ella y
la cubrió, con delicadeza le puso la prenda y de la misma manera la secó. Ella
se giró y en ese momento él aprovechó para besarla con fuerza, ambos gimieron,
la mujer lo sujetó del cuello y él levantándola a horcajadas haciendo que sus
piernas lo rodearan, la sujetó del trasero que apretó y girándose del todo se
perdieron de la vista del curioso, la cama ya no se miraba pero si se
escuchaban los jadeos de ambos y el choque de los cuerpos por el encuentro.
Matt intentó cerrar la puerta y con una sensación extraña de decepción y culpa
regresó al pasillo para irse a su catre, (...)
Y esto es parte de lo que encontrarán, si bien hay una trama establecida las escenas algo candentes también están y de hecho confieso que hubieron algunas que me costó mucho describirlas como lo que pasó en la taberna de Cesare, la visita que Barrabás le hizo a Salamandra cuando lo encuentra con cuatro rameras, la narración de la Emperatriz cuando le cuenta a Matt sobre la realidad de lo que pasó en Puerto de la Cruz, el recuerdo de ella misma cuando debió perder la virginidad y antes de eso debió ser espectadora de una escena completamente sexual y parte de la experiencia del mismo Barrabás cuando recuerda su precio por convertirse en pirata (esto último en el segundo libro.) Siento que son narraciones algo crudas y por eso advierto si eres sensible y selecto con tus lecturas y porque obvio, ese no es mi estilo al escribir así que lo considero una evolución de mi parte pero no sólo leerán cosas así, hay muchas frases para reflexionar a lo largo de ambos libros como también escenas sensuales y románticas aún en medio de otras situaciones que envuelven a la Emperatriz y los hombres que la rodean pero como siempre siendo fiel a la trama completamente histórica que abarca la bilogía situada en ese siglo XVIII entre los reinados de Felipe V de España y Jorge de Inglaterra como también las locaciones caribeñas en donde se ambienta la historia como La Española, Tortuga, Port Royal, Bahamas y demás Antillas.
En lo personal como dije me siento orgullosa de lo que logré con la historia, espero le den una oportunidad y decidan ustedes en qué categoría entra porque hasta eso me costó poner en amazon, se supone que es histórica e historias del mar, no encuentro otra categoría pero igual espero que si te gusta este género disfrutes la lectura. La bilogía de "La Emperatriz" está completa, disfruta de una aventura pirata en ficción histórica, esto es lo nuevo de mi colección.
La Emperatriz (libro 1)
La Emperatriz (libro 2)
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