viernes, 28 de marzo de 2014

Entrégate de Mariel Ruggieri

Titulo: Entrégate
Autor: Mariel Ruggieri
Editorial: Esencia (Planeta)
Género: Romántico/Erótico

Sinopsis:
"A sus veintiséis años, Maribel Baldini debe hacer frente a una serie de desafortunados acontecimientos que la obligarán a rehacer su vida. Mientras tanto, el carismático y seductor abogado Franco Ferrero irrumpe en su vida y la marca para siempre. La atracción entre ellos es innegable y ambos se desean, pero Maribel tiene miedo de que vuelvan a destrozarle el corazón. Una mujer odiosa, un ex marido problemático, una niña encantadora y una serie de increíbles coincidencias serán claves en esta intensa y apasionante historia de amor. Maribel conocerá los efectos devastadores del deseo, y este cobrará un nuevo sentido para ella. Entregada a la pasión sin límites, Franco será sin duda el dueño de su placer."


Aclaro que no se trata de una reseña, sino de una opinión, además estrenando teclado nuevo no pude evitar la tentación de escribir sintiendo mis dedos en algodón pero como estoy un poco indispuesta de salud, voy al grano.

Recién publicado en Enero de la mano de editorial Planeta, con aproximadamente 300 páginas y de género erótico “Entrégate” dice ser una especie de autobiografía que fue lo que llamó mi atención.
Entre mis contactos de fb he oído hablar de la escritora uruguaya de la que sólo conozco su nombre Mariel Ruggieri, la autora del libro. Como escritora que soy o lo intento ser —y con un tiempo medido— agendo y distribuyo mi lectura con tiempo y para determinados libros, si me llama la atención —y lo consigo— hago tiempo para comenzar y terminar de leerlo, sino no lo hago. No había leído nada de ella hasta que a través de esta editorial publicó y comenzó a publicitar su más reciente novela llamada “Entrégate” comencé a leerla con calma días atrás y debido a una pequeña incapacidad en donde tenía un poco de tiempo —obviando que no tenía que estar mucho tiempo sentada frente al monitor— pero por alguna razón me llamó la atención, no por su género erótico, —de eso hay demasiado con lo mismo— sino de algo en particular, leí que es “autobiográfica o casi autobiográfica”  ¿Ficticia o real?  lo que llamó mi atención y me picó la curiosidad es lo de “autobiográfica” ya que yo tengo dos obras inéditas así y pienso mucho para publicarlas, si es así ¿Qué valor la impulsó a hacer eso? Me pregunté, sé que no es la primera ni la última escritora que lo hará, pero habiendo situaciones de carácter íntimo y personal es algo más delicado y al menos yo necesito valor para hacerlo.
Cuando comencé la lectura noté su lenguaje sencillo como buena latina, pero también hay palabras españolas que a mí me confundieron (supongo que será por la editorial) 
Terminad con esta pelea de gallos ahora mismo —dice con voz fría. 
—Quiero saber por qué discutíais. Y no lo neguéis

En fin, cosas en común como: su “maridito” el papá pedófilo, la odiosa jefa, su despido, su accidente, el ser hija única, los problemas familiares y todo eso que parece juntarse en un solo día para amargarte más la existencia y cosas que no podían ser peor que el aguacero que ella misma menciona, me fue atrapando más ¿Por qué? Sentía que me estaba describiendo a mí y eso me paró los pelos;
“Entonces, ¿por qué me siento tan mal, tan despreciada?
No encajo en ningún sitio. No hay un lugar en el mundo para mí.”

“De pronto todo empieza a verse más claro. Es como si las piezas de un rompecabezas encajaran, y se me hace evidente qué es lo que tengo que hacer a medida que voy avanzando.
Necesito abrir mi cabeza y que salga toda la mierda que vengo cargando desde hace años. Sé que sólo así podré, algún día, abrir también mi corazón y ser feliz.”

—Tienes que hacer desaparecer esa inercia. Has dejado que pisoteen a la verdadera Maribel durante mucho tiempo... ¿Por qué no le permites salir?

Y con el “ojos azules” puedo decir que así como ella se sintió yo también, sin palabras ni más ni menos:

"En ese momento se abre la puerta y, a través del espejo, mis ojos se encuentran con otros, enormes y azules, por un eterno segundo. Sí, un segundo que parece transcurrir a cámara lenta, como en las películas. Abro la boca sin querer y, aunque me doy cuenta de que estoy quedando como una tonta, no puedo dejar de hacerlo. En mi vida he visto un rostro igual.
Su simetría es perfecta. Su color es perfecto. Y si sonriera lo sería aún más.”

“Lo estoy radiografiando, maldita sea. Y, sin poder evitarlo, cierro los ojos y aspiro el aroma que emana de su cuerpo... De pronto me siento mareada. «Embriagada de deseo», como dicen en las novelas. Tengo que irme ya y pedir hora con un psiquiatra, porque realmente estoy loca de atar.”

 “Cierro los ojos y lo imagino detrás de mí. Inspiro hondo cuando siento que se acerca y me deleito ante la expectativa de cuál será el próximo paso. ¿Me volveré en sus brazos y me comerá la boca como fantaseé anoche, justo antes de dormirme? ¿O sólo me
tenderá un pañuelo blanco para que me seque las lágrimas? ¿A quién tendré hoy? ¿Al caballero o a la fiera?”

 “Bienvenido a mis fantasías, hermoso. Y bienvenida la lujuria a mi tranquila existencia, porque nunca me he sentido tan viva...”

“Jamás me pasa algo así. O no me pasaba hasta que la fiera de ojos azules me atrapó con su mirada y despertó la lujuria que se encontraba dormida dentro de mí. Me desconozco. Y no estoy segura de que me guste esta nueva Maribel, desinhibida y anhelante. Tengo la sensación de que me llevará por un camino del que no sé si habrá retorno.

Toso con disimulo y él vuelve su mirada y sonríe. Y para mí sale el sol...
¡Cómo me gusta este hombre, por Dios!
¿Se dará cuenta de cuán afectada me siento con sólo mirarlo?

Haciendo a un lado al “ojos azules” (porque yo sólo tengo a uno en la cabeza y no quiero distraerme) me pregunto qué tan real y qué tan ficticio es este libro, ¿50% / 50%? ¿casualidades, destino? su entrevista de trabajo como tutora la llevó a conocer al hombre de su vida, resultando el papá de la niña y al mismo tiempo el abogado que le habían recomendado; “ojos azules – papá – abogado” Si esto es ficticio es parte de la trama y si es real pues… que suerte.
Ficticio o no es una lectura agradable, las escenas eróticas están tan bien que me gustaron, (habiendo primero una tensión sexual que es lo que me gusta para empezar) pero más allá de eso hay algo más importante que el sexo; el amor, a medida que leía y las cosas se iban poniendo más tensas me di cuenta porqué del título “Entrégate” no sólo se trata de un reconocido tema de mi Luismi (al que también incluyo en mis escritos) sino de algo más intenso, el verdadero amor te hace entregarte más en alma que en cuerpo, más el corazón que la cabeza, el amar sin medida, por encima de todo y dar la vida sin pensarlo por esa persona amada, el cuidado, la ternura, la devoción, la dedicación, el tiempo de calidad, gestos tan pequeños como; velar el sueño, dar la medicina, amar lo que esa persona ama, la complicidad de ambos hasta en lo más mínimo eso es entregarse, eso dar con gusto lo que podemos y queremos a la persona amada. Eso entendí con este libro “Entrégate” no es sólo el sexo al derecho o al revés, entregarse a la persona que se ama va mucho más allá e implica muchas cosas; arriesgarse y ganar o arriesgarse y perder, es el mismo amor nacido de la nada lo que hace a una persona entregarse en cuerpo y alma sin esperar nada a cambio, el verdadero amor es entregarse.
Una lectura recomendada, es lo primero que leo de esta autora y me ha dado una sensación muy grata, “Entrégate” va mucho más allá del título o de la portada, más que su complemento erótico, me parece un ejemplo del verdadero amor entre dos almas heridas pero destinadas a estar juntas y descubrir tomados de la mano el camino del verdadero placer de amar.

“Un camino misterioso e incierto. ¿Habrá un hombre apuesto, de increíble mirada azul y un magnetismo sexual inexorable en mi destino? ¿O el futuro tiene más soledad reservada para mí?”
***

—Franco... por favor... te necesito.
Él se detiene y tironea de mi cabello para obligarme a mirarlo a los ojos.
—¿Qué quieres de mí, Maribel?
—Todo. Lo quiero todo de ti... —susurro con una voz que no parece la mía.
Por un segundo titubea... Parece querer asimilar lo que acabo de decirle.
—Aquí me tienes. Disfrútame —me ordena, mientras empuja hacia adentro y hacia arriba con tal fuerza que me hace gritar.
—¡Ay! —exclamo, intentando retraerme, pero es inútil. No hay salida.
No sé de qué me estoy quejando; yo lo he pedido, yo lo he buscado.
Me acomodo un poco y comienzo a hacer exactamente lo que me ha dicho: disfrutarlo. Franco me eleva con su pene y yo coloco ambas piernas en torno a su cintura. Le echo los brazos al cuello, y como estoy veinte centímetros por encima de él, bajo la cabeza y entrelazo mi lengua con la suya. Más juntos, más unidos, imposible.

"Entrégate" de Mariel Ruggieri

viernes, 21 de marzo de 2014

Fragmento de "El Principe de Bórdovar 2" Saga "Ocaso y Amanecer"



—Ven, es necesario que te muestre algo, quiero ser totalmente honesto contigo.
Buscó en un pequeño alhajero que estaba en la gaveta de una mesa pequeña, una llave antigua y abrió uno de los baúles, su contenido me estremeció;
—Sé que conoces los libros y como te dije, no terminé de leerlos, pero no es esto lo que quiero mostrarte.
Reconocí los libros de Sade y comencé a ponerme nerviosa, sólo esperaba que Loui no llegara al extremo. Debajo de los libros había una caja de cartoncillo forrada de seda negra y cuando Loui la sacó, me mostró su contenido;
—No sé si los has visto así que no quiero que te vayas a asustar, los adquirí… por una sugerencia y para ver si… me servían.
—Son revistas Play…
—No. —Se apresuró a decir—. Tranquila, mira con detenimiento.
Nos sentamos en la alfombra y obedecí curiosa, a simple vista parecían panfletos, dibujos satíricos con escenas cotidianas del siglo XVIII hechos a mano pero… ¿Eróticos? Eran muy, muy eróticos, tanto que sentí cómo inconscientemente la temperatura comenzaba a elevarse en mí, al mismo tiempo que algunas me parecían grotescas. Intenté observar sin que Loui me notara extraña, pero era obvia y aunque fruncía el ceño en algunas escenas que no entendía, otras eran muy claras, más que claras;
—¿Buscabas encontrar placer con esto? —Pregunté después de un momento.
—Los adquirí en Francia después de unas conferencias sobre educación sexual y erotismo, intentaba encontrar una respuesta a mi problema y aunque las imágenes que nos mostraron eran a través de un proyector en una gran pantalla, también nos orientaron a cómo se podían tener acceso a ellas si se deseaba tener una colección privada, en mi caso yo preferí replicas de originales. Son basadas en el siglo XVIII pero son copias hechas en la mitad del siglo XIX.
—¡Igual son una antigüedad! —No podía creer que esos panfletos eran auténticos.
Sí.
—Pero según tú… —comencé de decir apenada—. ¿Tampoco esto?
—Las compré para nada y han estado guardadas, pero no quise que casualmente algún día las encontraras y pensaras que te había mentido, quise ser honesto y mostrártelas.
Lo miré sonriendo y le di un sonado beso en la mejilla, me sentía muy orgullosa de él. En mis clases de historia había visto algunas escenas así pero no tan al extremo, los panfletos de Loui los superaban exageradamente, eran muy explícitos. Parejas de amantes teniendo relaciones abiertamente y sin pudor en algunos jardines, ella tocando el miembro erecto de él y él a su vez tocándola a ella, otros dibujos eran peor, se miraba claramente el sexo oral y en grupos, eso si me pareció grotesco. Otra escena, era de ella con sus pechos y trasero expuestos apoyada en un piano con la piernas abiertas mientras él la acariciaba y buscaba penetrarla, en otra, estaba una pareja en un sofá ella también de piernas abiertas de espaldas a él y mientras ella tocaba la erección de él masturbándolo, él hacía lo mismo con ella. Los dibujos no mostraban a las parejas completamente desnudas pero sí sus partes íntimas, era una muestra de lo que fueron los relatos eróticos en el siglo XVIII pero en lo personal me excitaron y teniendo a Loui tan cerca, hablándome en su perfecto francés para traducirme algunas cosas, quise recrear algunas de las benditas escenas. Su acento me hacía tragar en seco y saborearme;
—No los necesité antes y menos ahora —dijo sacándome de mis pecaminosos pensamientos y rompiendo uno de ellos.
—¡¿Qué haces?! —Pregunté sorprendida.
—Voy a deshacerme de ellos —contestó mirándome desconcertado.
—¡No! —Insistí.
Loui me miró sin poder creerlo;
—¿Por qué no?
—¿Y lo preguntas? Son una antigüedad.
—¿Y?
—¿Cómo que y? No los rompas, si quieres véndelos, dónalos o lo que sea, pero no los rompas.
Me miró muy sonriente levantando una ceja;
—¿Te gustan?
—No se trata de eso —contesté disimulando—. Como sea son antigüedades y valen mucho, no sólo económicamente sino por lo que son.
—¿Segura? —Insistió acercándose a mí y haciendo que me acostara en la alfombra.
Piensa lo que quieras —conteste evitando el nerviosismo—. Está bien, si te apetece rómpelos, no me importa.
—Eres especialista en arte… —continuó mientras sutilmente se colocaba encima de mí y comenzaba a levantar mi pierna sintiendo las medias que lo volvían loco—. Y como buena profesional, eres conocedora y te duele que algo le pase a una antigüedad, en este caso, a algo tan simple como lo son estos papeles.
“Al menos rompió la escena de la orgía” —pensé aliviada.
—Por lo menos rompiste la escena de una orgía, no se perdió gran cosa —dije mostrándome desinteresada. Él sonrió.
—Tienes razón, soy un niño malo y no me gusta compartir lo mío.
—Igual yo, soy muy egoísta y lo mío es mío y de nadie más.
Me besó con fuerza, su lengua jugaba con la mía y su pulgar ya acariciaba en círculos mi monte Venus a través del panty;
—Loui, ¿Qué haces? —Pregunté ante la sacudida que me provocó.
—Cumpliendo otra fantasía. Desde que te conocí, quise hacerte el amor aquí.
Sabía que me iba a decir eso y la idea me gustó, pero como ya me sentía extremadamente excitada quise hacerlo a mi manera;
—¿De verdad?
—Aja… —musitó mientras besaba mi cuello.
—En ese caso lo haremos a mi manera —le dije sujetándolo y llevándolo a uno de sus muebles antiguos. Lo senté en un sofá, íbamos a recrear una de las escenas.
—Amor mío, ¿Qué haces? —Preguntó encontrando la respiración.
—Vamos a jugar —contesté mientras me hincaba en medio de sus piernas y comenzaba a liberar su erección ante su mirada de desconcierto—. Madame Waldemberg quiere que su precioso y perfecto amante la haga vibrar y la lleve al límite del cielo.
Su mirada deseosa se oscureció de nuevo en señal de complacencia y mientras yo comenzaba a saborearme, él se inclinó a mí para buscar mi boca y a la vez abrazarme y abrir el cierre de mi vestido;
Mon amour, mon grand amour —susurró cálidamente en mi oído a la vez que acariciaba y besaba la piel de mis hombros. Sentí derretirme ante él—. Prometo llevarte más allá de eso, hasta el infinito, el universo es sólo nuestro.
—¿Comenzamos? —dije mientras deseosa lo reclinaba de nuevo en el sofá e introducía en mi boca el objeto de mi deseo.
*****