Les presento un nuevo relato, uno que está horneándose, que me ha salido así, de la nada, una historia erótica que quiero subir en alguna plataforma por capítulos. Obvio es para mayores de edad, ¿recuerdan el artículo anterior sobre las novelas sexuales? Bueno, pues esta será una de esas, no tan al extremo pero si y creo que la portada dice todo. No quiero decir más para no perder el encanto del misterio, lo que si les digo es que será una historia gratuita para disfrutar por capítulos, es un reto porque quiero que quede en relato corto o novela corta, así que sin más preámbulos les dejo la sinopsis y les regalo el primer capítulo. Luego les daré más noticias. 😊 ¿Quieren disfrutar esos siete días y sus noches?
Sinopsis:
Mi nombre es Alissa, soltera, recién graduada en Letras y
con el deseo de conseguir trabajo editorial o docente, ejercer mi carrera y
seguir estudiando. Sin embargo, jamás imaginé que mi triunfo universitario
sería el pase que me cambiaría la vida para siempre.
Y para vivir experiencias que nunca creí vivir en carne
propia.
Pero él lo quiso así, arrastrándome a su oscuridad y manteniéndome
cautiva no sólo en cuerpo sino en la mente.
Porque él poseyó mi mente.
Y los bajos instintos tomaron control.
Me cambió el nombre y pasó a llamarme “Escarlata”
“Deja que el sueño comience y tus fantasías a fluir.” Fueron sus palabras.
¿Qué pasará estando con él? ¿Qué pasará cuando esto
acabe?
Perdí el control de mí misma.
Él me ha marcado para siempre.
Capítulo 1
La fiesta de
graduación estaba resultando perfecta. La facultad se había esmerado en que todo
saliera perfecto. Acababa de recibir mi título en Letras y Literatura en la
universidad de Georgetown y me sentía feliz, cerraba una etapa para iniciar
otra y esa noche estábamos festejando con trajes de gala el triunfo estudiantil.
Mi vestido de organza color beige me quedaba divino, era de escote y largo y
sumado a mi moño retro y tiara de fantasía, me hacía parecer una estatua griega.
Mido casi el metro ochenta, soy esbelta, de ojos cafés y cabello negro. Todo un
personaje para esconderse detrás de unos finos e intelectuales lentes y
mantener la nariz pegada en los libros. Me preguntaba si podría trabajar en
alguna biblioteca si no encontraba otro trabajo. Pero esa noche no usaba mis
lentes de lectura, no los necesitaba.
Disfrutábamos tomarnos
fotos entre los compañeros, eran los gratos recuerdos que tendríamos y él,
Douglas que había llegado de intercambio hacía seis meses desde Inglaterra y
quien me había estado “cortejando” desde hacía tres, deseaba hacerse de muchas
fotos conmigo. Era también alto y guapo, de pelo café y ojos miel, muy
atractivo. Nos tomamos varias selfies con nuestros móviles mientras él
me aferraba con fuerza de la cintura, y al brindis con champagne entre la
música y las luces tenues y mientras me seguía sosteniendo sin soltarme, me
decía una serie de palabras románticas pero a su vez ardientes. Deseaba que esa
noche me entregara a él, me decía que lo tenía todo preparado y que sería una
noche inolvidable pero yo lo seguía pensando. No era que fuera virgen, para
nada sino que si decidía estar con él era solo por quitarme algo la excitación
pero no por amor y eso era lo que no quería. No quería hacer algo que lamentara
después ni tampoco lastimarlo. Por eso lo pensaba y tenía un par de horas más
para seguir pensándolo. Él regresaría a Inglaterra a seguir especializándose en
Literatura inglesa y me rogaba irme con él, vivir juntos, trabajar y seguir
estudiando. El problema era que tenía una amiga que seguiría con la carrera de
sexología porque su sueño era escribir libros de autoayuda de esa temática y me
insistía tanto en estudiar juntas que ya no sabía qué hacer. Me sonaba
excitante y me daba curiosidad la carrera pero los términos médicos no era lo
mío, sin embargo, lo que no me imaginé era que viviría en carne propia una
curiosa, perturbadora y a la vez excitante experiencia que me marcaría para
siempre.
Y tenía que ver con
sexo.
Y sucedió esa misma
noche. Otro se había encaprichado conmigo, otro me había vigilado y sólo
encontró una manera para conocernos personalmente.
Raptándome.
Cuando estaba por salir
de los baños, pasada la media noche justo en ese momento me sorprendió un
apagón. Todo el lugar se volvió una penumbra y eso me asustó. Vaya suerte la
mía. Traté de palpar el llavín de la puerta y logré salir, afuera habían gritos
de mujeres haciéndose las miedosas y también silbidos de hombres, seguramente aprovechándose
de la oscuridad para tocar lo que quisieran. No dudaba que más de algunos se
devoraran a besos en ese momento y rogaran que no volviera la luz para con
seguridad, tener sexo en algún rincón escondido o detrás de alguna puerta. La
idea era emocionante, lo reconocía, como también reconocía que de haber estado
con Douglas, él hubiese sido de esos que me estampa contra alguna pared, me
besa, me toca y quien sabe que yo le hubiese detenido. Sentía ya el champagne
en la cabeza y por eso decidí no beber más. Iba a perderla y amanecer quien
sabe a dónde.
Saliendo al pasillo
completamente oscuro, alcancé a vislumbrar a lo lejos las fugaces luces de las
linternas de los móviles de los demás y decidí buscar el mío en mi cartera
estilo sobre y alumbrarme también. Usaba zapatos de tacón altos y no quería
tener ningún accidente. Me detuve sólo un momento apoyándome en la pared cuando
de repente alguien me asaltó sujetándome con fuerza de la cintura, aprisionando
mis brazos y tapándome la boca. Mi bolso cayó al suelo, creí que era la broma
de alguien, incluso del mismo Douglas que pensé me arrastraría de regreso al
baño, para devorarme a besos, levantarme sobre la pared y su cuerpo y
ensartarse en mí, embistiéndome con fuerza y desesperación hasta que los dos
gritáramos el placer pero no era así. Quien me sostenía no era él, su perfume era
diferente. El tipo parecía usar una capa y una máscara como de mármol que sentí
en mi cara cuando se pegó. Su voz ronca me ordenó quedarme quieta, no oponerme
a sus deseos y obedecerle en todo si quería seguir viviendo. Me aterré.
—A partir de ahora
serás mía —rugió con voz grave sacudiéndome entera—, y te irás conmigo ahora
mismo.
Sin importarme la
amenaza me vi obligada a forcejear con él, gemí mis gritos en su mano por lo que
él recurrió a lo más bajo, aprovechando el escándalo de afuera y sabiendo que
nadie me oiría. Me pegó a la pared manteniéndome así entre el concreto y su
cuerpo para inmovilizarme, apenas y me liberó la boca con la que no pude hacer
nada para luego, como por arte de magia por su sorprendente habilidad, sentir
un pañuelo en la misma, volviendo a silenciarme los gemidos pero ahora con un
olor que me mareó, me debilitó y me hizo perder el conocimiento.
Sólo así quedé a la
merced de ese desconocido que ardientemente me había susurrado que sería suya.
Como compartí en un post anterior en otro de mis blogs y como lo dije aquí mismo en el post que le antecede a este, como autores a veces cruzamos la delgada línea entre el erotismo y lo porno cuando se trata de escribir (porque sí sucede y no lo nieguen) pues bien, no sé que tanto erotismo tendrá Diana pero lo que si les puedo asegurar es que tendrá escenas muy candentes (en términos sexuales) y como también lo dije, de todos los libros de la serie, éste es el más hot, así que sin más preámbulos les quiero dejar unos bocaditos por aquí para que se hagan una idea. Te agradeceré que me ayudes a compartir para que la lectura llegue a más personas amantes del género erótico y le puedan dar una oportunidad a la historia cuando se publique. Recuerda que la serie de mis chicas Warren, es romance/erótico/contemporáneo para mayores de edad y recuerda que lo que leerás a continuación es ZONA SPOILER.
"Si ese Land
Rover Range de rojo pasión
de él hablara, le daría material a cualquier industria porno para sacar
provecho."
Llegando al Rover, le dio un buen arrimón aprovechando un poco la
oscuridad del lugar. Primero por detrás pegándola a la puerta del copiloto y
teniéndola así entre el auto y su cuerpo. Le besaba el cuello, le apretaba un
pecho y a su vez, le metía la otra mano por debajo de la falda para tocarla con
libertad y sentir la clase de ropa interior que usaba. Diana sentía esa
erección ensartarse en su trasero, ella adoraba el sexo así, por detrás, no
anal ya que aún era virgen de esa parte de su anatomía pero si vaginal. De
haber estado en otro lugar y muy solos, se hubiese inclinado en la parte
trasera de la camioneta, abrir las piernas para mostrarle todo a él y dejar que
el chico le hiciera todo lo que se le antojara, un poco de sexo oral así y
luego la ansiada penetración, deseaba que la embistiera así, duro y salvaje. Sintiendo
las manos del hombre sobre ella, apretándole sexo y trasero al mismo tiempo, la
estaba llevando ya a casi tener su orgasmo. Desde que probó esa postura fue de
sus favoritas, amaba que la penetrara así, ni siquiera podía describir cuánto
le gustaba esa posición, sencillamente le encantaba y el sólo pensarla ya la tenía
húmeda. Harry supo lo dispuesta que estaba por sus jadeos y girándola, la besó
desesperado apretándose contra ella para hacerle sentir lo que le tenía
reservado si se portaba bien. Su dura erección buscaba penetrarla y Diana a
rogar por eso. Con la lengua le invadió la boca en un beso salvaje y levantándole
una pierna, le apretó también una nalga y al mismo tiempo su sexo, metiéndole a
su vez un dedo haciendo que Diana amenazara con descontrolarse al sentirlo por
lo que él, sabiendo que ya estaba lista para un encuentro rápido y antes de
seguir dando un espectáculo porno que cualquier voyerista pudiera disfrutar y
sacar provecho con alguna grabación, mejor se metieron a la camioneta y se
fueron del lugar a toda prisa en busca de uno más privado y donde nada los
molestara. Harry contaba los minutos para disfrutarla haciéndola suya como
siempre.
Veinte minutos después y al sonido de baladas rock, ya la tenía sobre él.
*****
De pronto el pánico la invadió, viniéndosele a la mente algo que no
consideró. Un suceso que hacía unos años atrás había sacudido a quienes lo
supieron.
Sucedió en Las Vegas. Una hermosa bailarina de club nocturno fue
invitada por un cliente a la habitación de su hotel. Le pagó muy bien, más de
lo que ya le había dado por verla bailar en el club pero ahora pagaba por verla
bailar en privado y sólo para él. La mujer lo conocía desde hacía un mes,
tiempo en el cual el hombre había frecuentado el lugar como cliente muy asiduo y
el suficiente para ganarse su confianza de esa manera, entablando una amistad
con ella. La mujer estaba consciente de que tendrían sexo luego del baile ya
que él, le había repetido miles de veces lo excitado que se ponía con solo
verla bailar y por eso ya iba preparada. Ella entendía bien cómo los hombres se
ponían en el club cuando las miraban, no es lo mismo verlas bailar casi
desnudas con movimientos candentes e incitadores al sexo en un escenario
sujetas a un tubo provocándoles a ellos erecciones sin pudor, a poder tocarlas
e imaginar toda clase de travesuras que pudieran hacer con ellas.
Y ese hombre llevaba muy claras sus fantasías y deseos perversos, algo que
ella, —que vestía con escasas ropas— jamás se imaginó.
*****
Stephan ya no podía mantener los ojos abiertos y
pidiéndole a ella salir y dejarlo, la mujer hizo todo lo contrario. “Necesitas
relajarte” —Le había dicho y una de sus manos inquietas subió con lentitud
por la pierna, la ingle, hasta acariciar uno de los testículos, acción que a él
lo hizo abrir los ojos de golpe y detenerla. “No Claudette, no quiero”
—Le había dicho el hombre, “Déjame hacerlo, lo necesitas, lo deseas, déjate
llevar” —Le contestó ella que estaba tan excitada que le era una proeza
controlarse. Stephan no podía mantenerse consciente, ya pasaban de las dos de
la mañana pero al sentir que ella seguía con las caricias terminó consintiendo
el momento. Al cerrar los ojos, su cuerpo comenzó a reaccionar y, por ende, él
a sentirse algo aliviado así que la dejó hacer todo al reclinarse por completo
en el sillón. Ante las caricias que la mujer le hizo a su miembro, en segundos
ya tenía una erección, así que ella se aprovechó para hacerle sexo oral, acción
que arrancó los jadeos de él. *****
Diana decidió no interrumpirlo, apoyándose un poco en el instrumento lo
escuchó con atención. El hombre tenía un talento y sensibilidad asombrosa para
tocarlo, esa suavidad con la que lo hacía tenía consecuencias en ella. La
manera en que tocaba las teclas y las vibraba, por un momento la hizo tener la
fantasía de que de la misma manera, la tocaba a ella en sus partes íntimas y
sin saber cómo se estremeció en el acto sin poder disimularlo.
“Bendito piano, ya quisiera ser tocada así” —pensó sin arrepentimiento bajando la cabeza, tragó. Sentía
que la estaba seduciendo a su manera y ella estaba cayendo bajo ese hechizo que
la atraía más y más hacia él.(...) Jamás
se imaginó tener un concierto privado con un hombre como él, se atrevió a
mirarlo sin temor. (...) No sólo podía enamorarse de él como hombre sino de sus manos por el
impresionante talento que desbordaba, unas manos que se moría por sentir
acariciando su cuerpo entero.
***
¿Te ha gustado lo que leíste? ¿Te intriga la historia? Entonces espero le des a la benjamina de las Warren una oportunidad en un libro que promete ser muy hot, porque hay muchas más escenas que excitarán.
Pendientes de los post que te invito a ver en su página de fb.
¿Les intriga el título? Y les
aclaro que no me refiero a las de la televisión sino a las escritas como
tampoco me refiero al Kamasutra. Como autores conocemos muy bien la diferencia
entre la novela romántica, la romántica erótica y la erótica porque las tres
son clasificaciones muy diferentes y que se deben aclarar. (El que tenga un 18+
en las portadas ya no basta) Hace algunos años escribí sobre esto del romance y
el erotismo y porque dentro del género romántico comenzó a meterse el erotismo
y las escenas subidas de tono, de allí que comentara sobre el asunto y la delgada
línea que hay con el tema del erotismo. Sin embargo la misma delgada línea hay
entre el erotismo y lo pornográfico y más controversia aún, el tipo de lenguaje
a utilizar porque no se trata de uno muy adulto sino de que se pasa de vulgar,
algo que difícilmente se tolera y más en la narrativa. Pero ¿qué son las
novelas sexuales? Extraño término ¿no? Meditaba sobre esto a raíz de una selección
de escenas eróticas escritas, sin duda la narrativa es fuente inagotable de
inspiración para dar rienda suelta a la imaginación y no se trata de libros
escritos por sexólogos que se catalogan como “educación sexual” en términos
médicos hay miles de libros sobre sexualidad, la ayuda inmediata a los problemas
masculinos y femeninos está a la mano así como el disfrute del placer sugeridos
por los especialistas, sin embargo cuando se tiene el deber de hacer las cosas
puede no ser agradable y el problema en pareja continúe, en cambio cuando la
imaginación toma partido el asunto puede ser otro y es aquí donde entran las “novelas
sexuales” (que son mejores que cualquier medicamento estimulador)
Comentaba en una edición de la
revista sobre lo indispensable que es para los hombres la estimulación visual, refiriéndome
a que ellos prefieren las películas eróticas o los vídeos triple XXX, en cambio
para la mujer es diferente y si le gusta leer es posible que prefiera ver las
escenas candentes en las páginas de un libro que en la televisión porque hay
que reconocer que algunas veces hay cosas asquerosas que lejos de excitarla le pueden
revolver el estómago.
Decía en un artículo que la
novela romántica se enfoca en —como su nombre lo dice— el amor, la novela romántica/erótica
tiene un balance entre el 50% de amor y sexo y la netamente erótica es porque
contiene más escenas de sexo que de amor, pero ¿cuáles son las novelas sexuales?
La narrativa erótica puede tener escenas de alto voltaje, sin embargo las
descripciones se siguen midiendo, en cambio la novela sexual (que no es
gráfica) su nombre lo dice todo y no deja nada a la imaginación, absolutamente
nada haciendo que quien sea cautivo de la lectura llegue a desear el momento, a
vivirlo con la misma intensidad, a disfrutarlo y, dependiendo de la disposición
a buscar ese alivio solo o acompañado. Tal es el poder de este tipo de novela
que no se necesita nada más para tener una vida íntima sana ya que como seres
humanos respondemos a estímulos, de hecho la simple lubricación íntima ya es
ganancia puesto que en el caso de la salud sexual femenina es una barrera
contra las bacterias y puede evitar infecciones vaginales. ¿Y cómo reconocer
estas novelas? Así de simple:
*El amor no es el eje aunque
puede ser necesario.
*Contienen posiciones sexuales
específicas.
*Descripciones del momento muy explícitos.
*Lenguaje adulto muy subido de tono (y puede ser soez y
muy vulgar)
*Se llaman las cosas y
situaciones íntimas por su nombre (dependiendo de la nacionalidad o país de
quien escriba)
*Descripciones del encuentro
sexual consentido; sea sexo casual, sexo salvaje, orgías, o simplemente hacer
el amor (nótese que hay una diferencia entre “tener sexo” y “hacer el amor”)
como también puede describirse situaciones no consentidas como la violación o cualquier
otro tipo de abuso.
*Perversión Sexual
*Uso extremo del BDSM
*Relaciones LGBT
Y estas son sólo algunas, reconocerlas
es fácil, puede ser una simple escena o medio capítulo o el capítulo entero o
de plano que el libro trate como eje cierto tema para la trama pero todo a puro
fuego, escenas completamente calientes, descripciones sin tapujos, aquí no hay
lugar para tabúes, simplemente una novela sexual equivale a una película o
vídeo de sexo puro. ¿Imaginan el asunto? Es lectura porno, no erótica, va mucho
más allá, en los libros existen esas escenas, esas que sobrepasan al erotismo.
Recordemos que en la narrativa
las fantasías sexuales pueden darse en cualquier lugar; gimnasios, discotecas,
playas, clubes y llevar el encuentro sexual a otros y no sólo a la habitación
como en un auto, en un bosque, dentro de una piscina o en un callejón pero
siempre teniendo en cuenta la descripción específica que es donde radica la
diferencia entre lo erótico y lo sexual. Una novela de este tipo muestra las “sexaciones”
de ese encuentro sin omitir nada, como dije los hombres se excitan con la vista
en cambio la mujer es por el tacto, el hombre debe ver y la mujer debe ser
acariciada y en el caso de la lectura la imaginación tiene su mejor partido. ¿Y
reconoces las novelas sexuales? ¿Las has leído? Recuerda esto; una novela
erótica es como una película del sistema de cable un sábado a media noche, (no
se ve completamente el acto) en cambio una novela sexual son como los canales
tiple XXX que debes pagar como paquete aparte, en donde la cámara no omite nada,
en otras palabras, una novela sexual equivale a “material pornográfico escrito”
¿Entiendes la diferencia? Sería bueno que se agregara este término de “novela
sexual” al momento de catalogar los libros cuando se publican porque hay muchas
bastante subidas, esto me recuerda que hace años cuando salía la cartelera de
cine en el periódico y pasaban todavía algunas películas de esa índole, salía
la advertencia “mayores de 21” y obvio en horarios nocturnos. ¿Se debería
advertir en las portadas con el 21 y no con el 18 para medir la intensidad de
lo que se va a encontrar el lector? ¿Qué piensas de las novelas sexuales?
¿Estás de acuerdo con este artículo?
Para no tener abandonado el blog debido a su temática —y porque he dejado de leer erótica y lo confieso— vengo con una nueva entrada presentando mi última obra. Se preguntarán qué tiene de letras prohibidas ya que es ficción histórica pero si tiene algo de eso o al menos lo advierto en su sinopsis y se los presento antes de continuar.
Sinopsis: Perseguir y capturar a “El Fantasma del Galeón” un barco pirata con
posesiones inglesas y españolas robadas que iba rumbo a Tortuga era la
misión que llevaría a cabo como corsario el capitán Charles Walker, más
conocido como “el lobo marino Walker” pero el curso los llevó por otro
rumbo trastocándole la misión y los planes. Cuando “El Emperador” su
barco y uno de los navíos más veloces y con la tripulación más temible y
sanguinaria llegó a “Puerto de la Cruz” en “La Española” jamás se
imaginó que con la ciudad saqueada y el botín, tuviera también que
llevarse algo más y la casualidad por haber estado en el lugar
equivocado le costaría caro. Con los años su legado y el peso de su
nombre continuaría y “La Emperatriz” surcaría los mares de manera
temible haciendo su voluntad y posicionando su lugar en la historia de
la piratería con el mismo peso con el que lo han hecho todos aquellos
que por siglos han enarbolado con orgullo y fervor amenazante su
insignia; esa del cráneo y las tibias o espadas cruzadas, la bandera
negra de la calavera. Ambición, odio, venganza… Cuando los hombres pierden su voluntad, cuando sólo una mujer es la única perdición. ¿Quieres conocerla? Esa fue su herencia, esa fue su libertad, esta es su historia. Nota: Esta obra no es recomendable para menores de edad.
Lo que creí un libro único quedó en bilogía ¿y por qué no se recomienda a menores de edad? Simplemente por no censurar algunas descripciones que pueden resultar algo ofensivas para lectores sensibles, de ahí la advertencia. ¿De que trata la historia? Como se indica es una historia ficticia ambientada en el Caribe del siglo XVIII donde el destino de una joven cambió para siempre y donde la venganza era su único impulso cada día. Se convirtió en alguien diferente y viviendo la vida que escogió, se llenó de experiencias personales que se conocen a lo largo del libro, mismas que no sólo compartió con sus hombres sino con uno que jamás se imaginó conocer.
Y es que como lo digo en el mismo libro tuve que ir más allá hasta en vocabulario para poder escribir esta historia como realmente debía ser por su temática sobre piratas y por lo que fueron en la historia. Menciono tanto piratas reales como ficticios y así mismo lugares, fue un reto hacerlo pero estoy contenta y satisfecha con el resultado final y para que se hagan una idea y se animen a conocer la historia si aún no la conoces les presento una zona spoiler.
"El tiempo parecía
detenerse y la fiesta ir de maravilla hasta que los gritos de alarma, las
campanadas de alerta y los disparos por todas partes comenzaron a llenar de
terror a los presentes que corrían despavoridos buscando refugiarse y salvar
sus vidas. El aire empezaba a oler a humo de pólvora y por ende a nublarse el
horizonte. Unos fueron perforados por las balas, otros acuchillados y
degollados, otros heridos los arrojaron por el acantilado para que se
despedazaran entre las rocas y la mayoría de las mujeres fueron ultrajadas para
saciar el feroz apetito de sus atacantes. Los gritos de todos y la sangre que
corría era la viva muestra del infierno que en ese momento se vivía. Todo los
tomó por sorpresa, los que llegaron del mar arrasaron con todo a su paso, fue
una noche de terror, fue una matanza despiadada, cuerpos tendidos de hombres,
mujeres y hasta niños fue la huella que quedó de su cruel naturaleza en Puerto
de la Cruz."
***
El hombre desvió la mirada a la tela blanca de la camisa, sólo unas
cintas de cuero la ataban de esa parte y sabía que sí se soltaban podía ver los
encantos de buen proporción que ella tenía. Se saboreó.
—Y tú como todo borracho también eres un imbécil —con agilidad sacó
también una daga de su bota y se la ensartó en el costado, el tipo gritó
cayendo a su lado.
—¡Maldita perra traicionera! ¡Eres igual que todas! —gritó de dolor
tratando de sostenerse la sangre que le borbollaba.
—¿Y por eso piensas que todas debemos ser ultrajadas? —le preguntó
furiosa sujetándolo del cuello haciéndole recordar la manera en la que lo había
encontrado, estaba dispuesta a enterrarle las uñas y arrancarle la cabeza ella
misma.
—¿Y quieres tu turno? —insistió en provocarla.
—Maldito miserable —le dio un puñetazo para luego amenazar con ahorcarlo
al hacer presión, el hombre comenzó a boquear.
—Eso eres, una perra como todas —insistía en insultarla aunque se le
dificultara respirar—. Dicen que les abres las piernas al mejor postor, que te
vendes como cualquiera, que haces orgías en tu barco y que tu tripulación
entera no te sacia, por eso quisiera comprobarlo yo mismo. ¿Quieres placer? Te
pondría como perra y por detrás te cogería hasta sacarte las entrañas.
La mujer sentía que ya no podía con su falta de paciencia, apretó la
mandíbula y obviando los insultos del tipo lo intentó una vez más.
—Dime dónde está ese barco —le zarandeó la cabeza—. ¡¿A dónde demonios
se fue?!
—¡Te cogería hasta matarte! —fue la respuesta.
Ella se hartó, ya no perdería el tiempo.
—Vete al infierno —le sentenció la mujer rebanándole el cuello con tal
fuerza que casi lo decapitó.
***
En ese momento entró el rubio y ella se calmó, el pelirrojo y él se
miraron con seriedad.
—¿Ya habló? —preguntó Christoff a su mujer.
—Eso está haciendo. —La Emperatriz no le quitaba los ojos al que estaba
en el catre—. Soy la capitana de este barco así que no va a engañarme —le hizo
ver ella al convaleciente—. Estas aguas son muy tranquilas en esta época del
año y bastante profundas también, ni el clima ni ningún choque contra rocas los
hizo hundirse, así que no encallaron por nada, ¿un fallo humano? ¿Error en
navegación? Usted dice que iban a Nueva Inglaterra pero estaban lejos de la
ruta, igual algo les produjo inestabilidad y lo único que me hace suponer es un
enfrentamiento. Su barco venía a las Antillas y con seguridad a alguna
jurisdicción inglesa pero alguien los atacó y no fue precisamente un barco
fantasma, ¿no es así?
El hombre algo sorprendido con la
mujer al escucharla continuó con su relato.
—No tengo claro lo que fue ni cómo. Era la madrugada y mis compañeros y
yo dormíamos en nuestros camarotes cuando el estruendo nos despertó dejándonos
sordos y aturdidos, creímos chocar con algo pero no había sido así a pesar de
ver ya el agua en nuestros pies.
—Cañones —indicó el rubio.
—Sí —le contestó el hombre—. Eso había sido y directo al casco de babor
de la proa por eso el agua comenzó a penetrar, escuchamos los gritos afuera y
que sobre todo venían de la cubierta. Como pudimos nos vestimos y salimos antes
de que otro cañonazo nos matara allí mismo, ya el barco comenzaba a hundirse.
—¿Quiénes fueron? —la mujer sentía que la ira de pronto se apoderaba de
ella y trataba de controlarse. —No lo sé pero eran hombres salvajes, parecían animales sin razonar,
mataban a diestra y siniestra a quienes se les resistían. Estaban armados de
espadas, mosquetes, hachas y toda arma que pudieran cargar, los hombres más
fuertes no tuvimos más remedio que pelear para defendernos mientras a nuestra
vista intentábamos evitar la matanza, fue inútil. Se deshicieron de los más
ancianos y de los pocos niños, unos vivos y otros ya muertos pero todos fueron
a dar al mar y mientras los que podíamos seguíamos peleando sin poder hacer
nada más, miramos como delante de nosotros las cuantas mujeres, especialmente
las más jóvenes eran violadas por ellos para luego matarlas, parecía que no
querían dejar a nadie vivo. Saquearon todo el barco, los camarotes, las bodegas,
lo que eran las galeras, no quedó ningún hueco sin registrar, no dejaron nada.
—¿Y qué pasó con usted? —inquirió ella.
***
—¿Sabes lo que hacemos con los traidores? —le preguntó.
—¿Qué? —Él reaccionó.
—Los traidores, ¿sabes lo que pasa con ellos?
El hombre negó, la verdad era que estaba parado en un terreno peligroso
y a lo único que apelaba era a la misericordia de Dios y a que le diera más
fortaleza. De historias sobre piratería no sabía mucho, de hecho nada, su
conocimiento era nulo.
—Eres inglés, ¿oíste hablar de Barbanegra? —insistió ella.
—No estoy seguro —contestó él.
—Ah sí… —sonrió ella—. Se me olvida que no eres hombre de mundo sino de…
¿monasterio? No sé si ustedes se recluyen allí pero bueno, el hombre se llamaba
Edward Teach y le cortaron la cabeza para luego colgarla en el mástil de la
proa exponiéndola como trofeo y advertencia.
El hombre tragó, si antes no se había interesado por la historia ahora
sí, lástima que le era tarde. La mujer seguía sonriendo y de esa manera siguió
caminando.
—Y eso sucedió en las Américas, allá por donde vas, no cerca pero si en
la misma nación —agregó con picardía para dejarlo aún más asustado.
Al llegar a su hueco el hombre no pudo más y apenas alcanzó coger una
cubeta, vomitó todo.
***
Notó
que la puerta no estaba del todo cerrada y apenas empujando, la medio abrió y a
través de la ranura miró la bañera de material blanco y fino; mármol. La mujer
estaba de espaldas dentro de la tina bañándose, sólo le miró el pelo mojado,
los hombros y los brazos, se apartó un momento de la puerta y tensó los labios,
no era eso lo que esperaba ver y como la curiosidad es la perdición volvió a
poner el ojo sólo para toparse con otra escena, ella se levantaba en ese
momento por lo que pudo verla completamente desnuda. Tragó, sintió que el
corazón se le desbocó, su piel era bronceada y atrayente, ella estaba de
espaldas así que lo único que miró fue su pelo, espalda, su redondo trasero y
las largas y contorneadas piernas. La mujer se escurría el agua de los brazos
con las manos, a la vez que también se torcía el pelo para que no le chorreara
el agua, poco más y si se giraba iba a verla de frente. El hombre estaba
estático, su razón y conciencia le decía que se quitara de allí pero algo más
le impedía moverse y no sabía qué. Antes de salir la mujer terminó de
escurrirse completa y creyendo él que saldría desnuda y que la vería de frente,
su vista fue opacada por algo más; una túnica blanca la esperaba para cubrirla
pero ese no era el problema, el problema era quien sostenía la prenda y Matt se
decepcionó más. El rubio que también estaba desnudo se acercó detrás de ella y
la cubrió, con delicadeza le puso la prenda y de la misma manera la secó. Ella
se giró y en ese momento él aprovechó para besarla con fuerza, ambos gimieron,
la mujer lo sujetó del cuello y él levantándola a horcajadas haciendo que sus
piernas lo rodearan, la sujetó del trasero que apretó y girándose del todo se
perdieron de la vista del curioso, la cama ya no se miraba pero si se
escuchaban los jadeos de ambos y el choque de los cuerpos por el encuentro.
Matt intentó cerrar la puerta y con una sensación extraña de decepción y culpa
regresó al pasillo para irse a su catre, (...)
Y esto es parte de lo que encontrarán, si bien hay una trama establecida las escenas algo candentes también están y de hecho confieso que hubieron algunas que me costó mucho describirlas como lo que pasó en la taberna de Cesare, la visita que Barrabás le hizo a Salamandra cuando lo encuentra con cuatro rameras, la narración de la Emperatriz cuando le cuenta a Matt sobre la realidad de lo que pasó en Puerto de la Cruz, el recuerdo de ella misma cuando debió perder la virginidad y antes de eso debió ser espectadora de una escena completamente sexual y parte de la experiencia del mismo Barrabás cuando recuerda su precio por convertirse en pirata (esto último en el segundo libro.) Siento que son narraciones algo crudas y por eso advierto si eres sensible y selecto con tus lecturas y porque obvio, ese no es mi estilo al escribir así que lo considero una evolución de mi parte pero no sólo leerán cosas así, hay muchas frases para reflexionar a lo largo de ambos libros como también escenas sensuales y románticas aún en medio de otras situaciones que envuelven a la Emperatriz y los hombres que la rodean pero como siempre siendo fiel a la trama completamente histórica que abarca la bilogía situada en ese siglo XVIII entre los reinados de Felipe V de España y Jorge de Inglaterra como también las locaciones caribeñas en donde se ambienta la historia como La Española, Tortuga, Port Royal, Bahamas y demás Antillas.
En lo personal como dije me siento orgullosa de lo que logré con la historia, espero le den una oportunidad y decidan ustedes en qué categoría entra porque hasta eso me costó poner en amazon, se supone que es histórica e historias del mar, no encuentro otra categoría pero igual espero que si te gusta este género disfrutes la lectura. La bilogía de "La Emperatriz" está completa, disfruta de una aventura pirata en ficción histórica, esto es lo nuevo de mi colección.